En el día de ayer, nos ha dejado un gran ser humano, en el seno de su familia y en completo silencio y paz.
Por sus por sus frutos los conoceréis dice la biblia, tuve el honor y privilegio de conocerlo en su esencia más intima, recorrí parte del mundo en su compañía, disfrute de su humor y risa característica, también de su valentía y de su temple frente a situaciones difíciles que me sorprendieron en más de una oportunidad.
Su amistad sin interés alguno me hicieron valorarlo y apreciarlo como persona, su enfermedad que lo postró por largos años, varios lustros, me privaron de su compañía activa en más retos, desafíos y aventuras.
Desde el inicio de esos momentos aciagos para él y su familia, comencé a elevar una plegaria al cielo, por el él y sus seres queridos, todos los días sin excepción, tal vez el nunca lo supo, pero lo que importan son los actos que se realizan con cariño y fervor.
No pretendo hacer una alegoría, pero desde lo más profundo de mi ser y con el corazón en la mano, puedo asegurar que su dolor lo ha redimido para llegar al mas allá con una carga liviana y con el deber cumplido.
Desde el punto de vista profesional hay mucho más colegas que lo conocieron mejor que yo debido a las diferencias generacionales, a mi me tocó conocerlo en la Sociedad Chilena de Ultrasonografía en Medicina y Biología y trabajar codo a codo, para engrandecerla.
Por estas cosas de los designios del creador tuve el honor de participar en su nombramiento como miembro honorario y posteriormente como Maestro de la SOCHUMB, fruto de su trabajo emprendedor y ansias de innovación, parte de su obra trascendió nuestras fronteras y hasta hoy es reconocido como el pionero de la histerosonografía en el mundo.
Fui afortunado en conocer parte de sus sueños cumplidos y algunos inconclusos. Una parte de mi trayectoria profesional se lo debo a sus sabios consejos y ayuda en momentos cruciales de mi devenir.
Tengo en mi memoria su humor pícaro y agudo, su lucidez mental para proyectarse al futuro, trabajólico pero no por el mero lucro sino más allá de él, en cada congreso o jornada atesoraba a través de la tecnología, trozos del conocimiento de vanguardia. Sin temor a equivocarme creó debe tener en su biblioteca una completa compilación de varios años del conocimiento que hoy son una realidad.
Me quedó con una gran pena, “estuve enfermo y no me visitaste”, pero me queda la tranquilidad que todos los días en mis oraciones matutinas el estuvo presente y ofrecí varias misas por su salud como ministro de comunión.
Se ha ido un grande de la Ultrasonografía en Medicina y Biología pero aún más se ha ido un grande de la Obstetricia y Ginecología Chilena.
Desde otras dimensiones seguirás con nosotros, en nuestros corazones y en nuestra memoria.
Amigo Gabriel Leal Casanova descansa en paz.
Eghon Guzmán B.
